Las organizaciones, como la católica, cuando se ven amenazadas se vuelven más virulentas. La secta "Los Heraldos del Evangelio" sigue a pies juntillas todos los preceptos que son necesarios para el control mental. La frase "Nunca un esclavo hablará a solas con una persona de otro sexo" está sacada de su libro de "intrucciones".
Las sectas al igual que los parásitos pretenden que ahora tu eres yo, es decir, que la individualidad del parasitado se pliegue a las exigencias del parásito. De esa manera, el individuo pasa a operar como una célula somática de un superorganismo. Esta frase me ha quedado muy técnica, así que pondré un ejemplo para que se entienda: los superorganismos son las colonias de termitas, hormigas, abejas... en donde solo un o unos pocos se reproducen, el resto de los miembros de la colonia no son reproductivos.
Cuando una persona pasa a ser parasitada la única manera de volver a el estado libre de parásitos es poder diferencias lo que es amigo de enemigo. Para eso es necesario hacerse la pregunta: ¿Esta relación me sienta bien? Pero esta pregunta no es suficiente. ¿Esta relación en el tiempo me ha hecho bien? Aun así, diferenciar al amigo del enemigo no es fácil. Hace falta un sistema inmunológico robusto.
Hay personas que alcanzan lo que quieren cuando aceptan una relación parasítica. En la película de Vicente Minelli "
Cautivos del mal" se puede ver como un productor manipula a tres personas distintas: a un director de cine, a un guionista y a una actriz. Lo más curioso es que al final, las tres víctimas, implicitamente reconocen que alcanzaron lo mejor de su vida profesional cuando estuvieron en las manos del productor sin escrúpulos.
Cuando eres miembro de alguna de estas sectas puedes acceder a cotas de poder e influencia que nunca podrías si lo hicieses como un organismo independiente. Un superorganismo es algo bastante poderoso como sabe cualquiera que se haya sentado en un hormiguiero.
Pero regresa
Para llenar el vacío que dejaste al irte, regresa
Regresa aunque sea para despedirte
No dejes que muera
Sin decirte adiós
Todas las personas que han estado en sectas y las han rescatado, todas, al menos los testimonios que he leído, reconocen que en algún punto echan de menos a la secta. Ocurre con las relaciones tóxicas. Hace falta una introspección y un análisis profundo para que nos demos cuenta cuán profundo es el daño que nos han hecho. Solo así estaremos curados.
La mayor bendición es la obediencia
“Cuando estás dentro, Naasón es Dios y la mayor bendición es la obediencia, toda tu vida y tu salvación depende de él”, señala Elisa Flores, que abandonó la secta cristiana "Luz del Mundo" a principios del año 2021, cuando se enteró de las acusaciones de abuso sexual del líder.
Naasón Joaquín, el líder, se ha declarado culpable.
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