Si aprendemos sobre los cultos cargo nos damos cuenta de algo muy interesante: surgen de la interacción de un pueblo sometido a otro. En el fondo, es el conflicto de la interacción lo que origina el nacimiento de esa religión, como una explicación y posible solución al conflicto. ¿No se si me explico? Pero veamos sobre esta historia apasionante:
El Defensor del Pueblo de Navarra ha denunciado que los colegios del Opus Dei inflan de manera artificial la nota de sus alumnos en Bachillerato para que tengan más opciones de cara a las calificaciones que obtendrán para el acceso a la universidad. No se vende educación, se vende un privilegio de clase. Se trata del poder y esta gente hará cualquier cosa para garantizarse que se queda en sus manos. Garantizar a las familias que sus hijos tendrán más posibilidades de prosperar, no de educarse. No se vende una mejor educación, se vende la garantía de que los hijos de los de su clase pasen por encima de quienes no tienen para pagar.
¿Por qué digo que es una estructura de clase? Una organización exclusivista que ofrece un servicio a la élite, a la que pertenecen, asegurándose de que la clase trabajadora no usurpe los lugares de decisión poniéndoselo más fácil a los hijos de las oligarquías, hasta cuando estos son torpes, inútiles, lentos o vagos. Se entiende que la mayoría de la población debe de trabajar para el disfrute y los privilegios de unos pocos. Ese tipo de interacción la defino como coercitiva.
A veces tendemos a pensar que se trata de casos individuales y no es así. Es un problema sistémico. Además de que es un sistema coercitivo de clase, el problema de la educación privada está lastrada por el hecho de que han pasado de tener alumnos a tener clientes. Presiones a los profesores para no suspender, inflar las notas, bajar el nivel, hasta reirles las gracietas a los niños y los padres porque si no les daban un toque de atención desde dirección...
