miércoles, 28 de septiembre de 2022

El remolino de la muerte

La inteligencia de una hormiga, queda supeditada a aquellos principios que rigen todos los demás comportamientos. Sigue al líder. Y seguir al líder las lleva a la muerte. Si el líder sabe donde va todo está bien. Si el líder pierde el rumbo... Eso lo saben los alemanes en carne propia.


El remolino de la muerte de las hormigas fue descrito por primera vez por el naturalista Charles William Beebe, quien en 1921 observó una espiral de homigas de 365 metros de longitud y en la que los insectos tardaban más de dos horas en dar una vuelta completa. Según Beebe, esta espiral "duró más de dos días y el número de cadáveres aumentaba rápidamente", pero unos trabajadores locales rompieron el círculo y las hormigas pudieron salvar sus vidas.

Este fenómeno fue estudiado en 1944 por el psicólogo Theodore Schneirla. Se basa en la estructura organizacional de las hormigas. Siguen a un soldado principal que tiene un fallo en sus feromonas comunicativas. Pero cada miembro del grupo sigue a la que tiene delante. Cuando el soldado principal, que se ha separado del rastro principal, comienza a dar vueltas en círculos, sus feromonas incita a las demás a seguirla, y así pueden llegar a reunirse grupos de millones de hormigas que abandonan sus tareas cotidianas para unirse este remolino que acaba con sus vidas por agotamiento.

Cuando la inteligencia del individuo queda supeditada a un principio todos siguen... 


Entonces tenemos un maravilloso espectáculo de UNIDAD. Las reglas muy sencillas son maravillosas para crear orden en el caos para sistema muy sencillos como el cerebro de una hormiga, pero claro, también son vulnerables a errores sencillos que sistemas más complejos podrían lidiar con ellos fácilmente.

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