Mi hermana Merchi me dijo: "Criamos y educamos a los hijos para que tengan su propia vida, sean responsables, consecuentes y sobre todo personas felices".
Educar para que los hijos tengan su propia vida exige que seamos muy escrupulosos con el "Efecto Pigmalión" o la "Profecía autocumplida". Las personas, los hijos especialmente, a veces compramos las creencias que otros, o nuestros padres, tienen sobre nosotros y hacemos que se hagan realidad.
En el experimento de Paradigma grupo mínimo se puede ver este fenómeno en acción:
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