viernes, 19 de junio de 2020

Autodio: cuando no queremos lo que somos


El líder nazi ¡Y judío! del Ku Klux Klan que se voló la cabeza cuando se supo que era judío. Se llamaba Daniel Burros y toda su vida hizo honor a su apellido. La historia de Dan Burros es la base de la película de Henry Bean, El Creyente. Es un caso típico del judío autodespreciante. Despreciarse a uno mismo es una de las peores experiencias vitales posibles. El autodio surge en muchas comunidades oprimidas por el simple hecho de no aceptarse a si mismos. Cuando no aceptamos quienes somos por un proceso de identificación con el grupo dominante, o cuando no aceptamos que somos 50% de cada uno de nuestros padres por el simple hecho de que hay uno con el que pasamos el 98% del tiempo y éste se encarga de negar al otro progenitor. Una enfermedad de nuestro tiempo.


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