jueves, 7 de marzo de 2024

El cuerpo nunca miente

Fig. 1. Alice Miller es la autora de "El cuerpo nunca miente" que se puede descargar aquí. Llegué a esta obra escuchando esta intervención del congreso sobre organizaciones coercitivas 

Video 1. PERSUASIÓN COERCITIVA INTRAFAMILIAR - Molina| 1er Congreso Online Sobre #Sectas 2023

En el epílogo resume su tesis en cuatro puntos:

"1. El «amor» que siente el niño maltratado hacia sus padres no es amor. Es un vínculo cargado de expectativas, ilusiones y negaciones que exige un alto precio a todos los implicados. 

2. El precio de este vínculo lo pagan en primer lugar los propios niños, que crecieron con el espíritu de la mentira, porque de manera automática se les infligió aquello que, supuestamente, a uno le «fue beneficioso». Tampoco es raro que esta persona en cuestión pague su negación con problemas de salud, ya que su «gratitud» se opone a la sabiduría de su cuerpo.

3. El fracaso de muchas terapias se explica por el hecho de que muchos terapeutas han caído en la trampa de la moral tradicional e intentan también arrastrar a sus pacientes a la misma, porque no conocen otra cosa. Por ejemplo, en cuanto la paciente empiece a sentir y sea capaz de condenar con claridad los actos de su padre incestuoso, es probable que crezca en la terapeuta el miedo al castigo de sus propios padres si, a su vez, ve su verdad. ¿Cómo se entiende, si no, que se ofrezca el perdón como medio de curación? Los terapeutas suelen ofrecerlo para tranquilizarse a sí mismos, como también
hicieron sus padres. Sin embargo, dado que los mensajes del terapeuta suenan muy parecidos a los de los padres del pasado —aunque a menudo se expresen con mucha más amabilidad—, el paciente necesita largo tiempo para descubrir la pedagogía venenosa. Cuando por fin la reconoce, no puede dejar al terapeuta, porque entretanto ya se ha desarrollado un nuevo vínculo tóxico. Para él el terapeuta es ahora la madre que le ayudó a nacer, porque es con éste con quien ha empezado a sentir. De modo que sigue esperando que el terapeuta lo salve en lugar de escuchar a su cuerpo, que le está ofreciendo ayuda mediante señales.

4. Sin embargo, si el paciente tiene la suerte de ser asistido por un testigo con empatía, podrá vivir y entender su miedo a los padres (o figuras paternas) y, poco a poco, romper los vínculo destructivos. La reacción positiva del cuerpo no se hará esperar mucho, sus avisos serán para él más comprensibles y dejará de manifestarse con enigmáticos síntomas. Entonces descubrirá que sus terapeutas se han engañado, y también le han engañado (a menudo sin querer), pues el perdón impide la cicatrización de las heridas, por no hablar de su curación. Cualquiera puede comprobar por sí mismo que el perdón nunca acaba con la pulsión a la repetición".

El libro está imbuído de ese "baja Modesto que ya subo yo" característico de aquellos que han sido educados en el principio de que son los elegidos. Tiene sus peligros y también tiene su encanto. El peligro radica en que sin pruebas o sin un razonamiento sosegado es muy fácil caer en en la tentación de pensar que, al margen de que estemos contruyendo una hipótesis, esa hipótesis ya es cierta porque se nos ha ocurrido a nosotros, que somos muy listos porque nos lo han dicho nuestras mamás y nuestras abuelas. El encanto es la valentía de poder enunciar una hipótesis rompedora. Se lo suficientemente valiente para, sin pruebas y sin un aparato científico detrás, aventurarse a dar una posible explicación.

Por esto mismo, voy a intentar ser también osado en mi comentario sobre esta obra. Lo pertinente de trabajos como "El cuerpo nunca miente" es la necesidad que tenemos de ir más allá de una psicología y unas emociones que se han desarrollado en el paleolítico, es decir, durante la larga noche de la evolución humana, una evolución que transcurrió en comunidades pequeñas, muy cohesionadas, rodeadas de peligros. Podemos ver, en las descripciones de las sociedades sin estado recolectoras, que todas tienen en común poner a la comunidad por encima del individuo. Nuestra psicología se desarrolló como especie en ese esquema social. 

Hoy en día, con la expansión de las redes sociales, hemos visto que la mayoría de las personas opina para estar integrados en lo que ellos consideran su grupo. No apelan al razonamiento o a la ética. Piensan en grupo. La dependencia que los niños tienen de sus padres en la infancia tiene unas bases biológicas muy importantes. De esto se dió cuenta Jonh Bowlby en su teoría del apego. Es curioso que Alice Miller no lo mencione en su libro. El apego que sentimos los hijos por nuestros padres tiene una fuerte base biológica. Por esto mismo, debemos de separar lo que es biológico de aquello que está sujeto a las leyes de la ética. Esta disyuntiva entre escoger lo biológico o lo ético sirvió para que un cineasta de la talla de Robert Bresson construyese la maravillosa película Mouchette.

"El cuerpo nunca miente" tiene una tesis: por más que sea tu progenitor o tu progenitora, si lo que ha hecho está mal, es que está mal. No se debe de pensar que la curación está en el perdón del daño. La curación reside en poder decir, en poder hablar y darle un relato al hecho de que la víctima sufrió y que lo que ocurrió fue violencia. Para llegar a esta conclusión, la autora dice que el apego a los padres, por un lado, y por otro el respecto que nuestra sociedad tiene por el cuarto mandamiento "Honrarás a tu padre y a tu madre" hace que muchos terapeutas sean incapaces de darse cuenta de que no hay manera de llegar a una curación si no llamamos a las cosas por su nombre. Para la autora, la mejor ayuda que tiene una víctima es la compañía de otras víctimas. Algo que está muy en la línea de la nueva psiquiatría de Javier Álvarez.
Video 2. LE SACARON LA CHUCHA POR VAGO. Un padre enfurecido le dio una paliza a su hijo por haberse quedado supletorio en el Colegio. Sucedió en el Guasmo Sur, Guayaquil. La madre cierra la ventana para que no se escuchen los gritos.


3 comentarios:

  1. Tengo que investigar más cuando tenga más tiempo, pero esta señora proviene del psicoanálisis de Sigmund Freud. Hay estudios MUY interesantes que llaman el psicoanálisis no sólo una de las mayores estafas del siglo XX, sino una secta destructiva donde Freud era el gurú máximo a respetar, en el punto 4 , el testigo con empatía que te asiste, más estar acompañado de otras víctimas en el proceso recuerda a las reuniones católicas de Jesucristo con los apóstoles, El ser humano tiene que ayudarse en comunidad, pero quién me dice a mí que dentro de esos espacios voy a estar manipulado por los criterios de esta señora y vaya a tener los mismos problemas que el que tenga al lado. Cada persona es un mundo.

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    1. Si, esta señora fue psicoanalista, pero dejó de serlo por que no estaba de acuerdo en que los abusos a los niños se encuadrasen dentro de invenciones tales como el complejo de Edipo y complejo de Electra. A mi me parece que es una evolución notable

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  2. Y tanto, es una manera de pensar por si misma y darte cuenta de que puedas estar en un sitio peligrosamente sectario, y salir de ahí cuanto antes. El propio psicólogo Luis Miguel Real estuvo dentro de la terapia Gestalt, influenciada por las corrientes Freudianas, y ahora los denuncia como secta destructiva y advierte de los peligros que conlleva al paciente.

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