jueves, 14 de octubre de 2021

Las pantallitas son para los pobres

Un estudio publicado en abril de 2019 sobre 11.000 menores reveló que aquellos niños que usaban más de 7 horas diarias pantallas presentaron un “adelgazamiento prematuro de la corteza cerebral”, una afección relacionada con el envejecimiento del cerebro.

Actualmente son los hijos de los pobres los que pasan más tiempo con las pantallas. Educados exclusivamente con dispositivos serán los esclavos de aquellos que hoy son educados en escuelas clásicas, tradicionales que valoran los lazos humanos y reciben tratamientos en hospitales con médicos atentos y amables. Son los esclavos de la post-post modernidad que se conformarán con refugio, alimento básico y vestimenta igual para todos. En lugar de cadenas y grilletes, tendrán un número de identificación y en lugar de contar con policías para seguridad, un asesor virtual de inteligencia artificial.

La elite evita que sus hijos accedan a la tecnología. El artículo publicado recientemente en NY Times nos muestra que las élites son consciente del producto manipulador y adictivo que están comercializando. Por esto, mantienen a sus hijos alejados de las innovaciones tecnológicas. Procuran ellos mismos ir a las tiendas a comprar, rechazan las compras online, ir a los médicos y no usar la asistencia remota, ir a restaurantes y no pedir comida a domicilio por Internet. Mientras tanto las tecnológicas presionan a los gobiernos para que las escuelas de pobres y clase media tiren a la basura los libros y las llenen de dispositivos tecnológicos; ahora existen aulas con niños en silencio frente a una pantalla. Sus hijos acuden a colegios sin pantallas, colegios que siguen metodologías tradicionales como Waldorf o Montessori.

El problema de las redes sociales y de los dispositivos "inteligentes" es la pérdida de atención y el problema con la pérdida de tiempo por no concentrarte en una tarea y distraerte con mil cosas. Es como estudiar en los pasillos de la facultad en vez de la biblioteca. En ambos sitios puedes ponerte a estudiar, pero en un pasillo es más fácil distraerte con la gente que pasa y con el ruido. Una biblioteca es como apagar el móvil y centrarte en una tarea, sin pestañas múltiples, ni distintos programas al mismo tiempo.

Referencia:

https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/opinion/tecnologia-pantallas-contacto.html

https://www.nytimes.com/2019/03/23/sunday-review/human-contact-luxury-screens.html

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