domingo, 22 de marzo de 2020

Gianni Rodari enseñó a los niños amar los libros

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No solo eso, sino que nos brindó estas palabras: "La educación no es algo que se da ni que se impone, sino algo que se toma. Incluso a través de la fuerza. Que se arrebata. Contra todas las resistencias de la sociedad. Pero mientras se tenga esa idea de que la educación es algo que se impone, que los grandes le dan a los chicos, los que saben a los que no saben... El saber es poder y el poder nadie lo da. El poder se toma"

El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma
El poder nadie lo da. El poder se toma

A Rodari le preocupaba muchísimo que la escuela se utilizara como una estrategia de pacificación, de adoctrinamiento autoritario para domar los espíritus libres. Estaría horrorizado del nivel de doma de la escuela y de la academia actual. No solo es doma, y mediocridad, es también algo muy perverso: la reversión de la culpa. Ya no es que la educación que se imparta sea a medida, con un nivel bajísimo... es que cuando el alumno graduado se de cuenta del timo y reclame la poca preparación y lo poco que le ayude ese título a desenvolverse en la vida, le dirán: la culpa es tuya porque no amas lo que haces. Es lo que se llama reversión de la culpa. 

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