Trabajo en construcción
Es muy interesante esta entrevista a Georgina Orellano, secretaria general del sindicato de prostitutas AMMAR. Ilustra perfectamente la mala costumbre de hablar sin tener en cuenta a las víctimas, o a las personas implicadas. Susan Buck-Morss escribió sobre esto en su libro Hegel y Haití.
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¡Qué historia tan maravillosa!
La novela de Harper Lee "Matar a un ruiseñor" es maravillosa. Es una novela que se lee distinto si eres blanco, o si eres negro. Si eres blanco haces un "Oh my God, they killed Kenny, you bastards!" con el personaje negro que es acusado de violar a una mujer blanca y ¡Oh sorpresa! muere. Entonces, el foco de atención, del lector blanco, se centra en Atticus Finch, el juez honrado que trata de mantener la cordura en ese mundo rural y racista del sur de los EEUU. Si eres negro, el punto de atención es distinto. La novela es otra constatación de que los negros carecen de derechos en los EEUU, especialmente, si quien te acusa es una mujer blanca de un delito de violación. Si una mujer blanca te acusa de violación y tu eres negro ¡Estás muerto!. Aunque todo el mundo sospeche que está mintiendo, que posiblemente haya sufrido abusos sexuales de joven por un padre borracho, agresivo y pendenciero, que fuera sorprendida haciéndole insinuaciones sexuales a este varón negro por su padre y que la historia de la violación no fuese más que una treta para evitar la golpiza... estás muerto. Por que no se trata de hacer justicia, se trata de hacer un ejercicio de dominación.
Estás muerto. Da igual lo que digas, las razones que esgrimas, si no tienes una grabación de todo lo ocurrido y esto por ahora, porque con los videos de inteligencia artificial en donde se va a poder recrear de manera digital las mentiras ni incluso eso. El ejercicio de dominación es estructural.
¿Es Mayella Ewell una víctima del patriarcado? ¿Es su padre Bob Ewell una víctima? ¿Es Atticus Finch un héroe haciendo su trabajo cuando sabe que al negro lo van a matar de cualquier forma? Todos viven y el negro, que se llama Tom Robinson, se llamaba Tom Robinson cuando una mujer blanca te acusa de violación en el Sur Profundo de los EEUU.
Lo mismo ocurre con los padres en los juicios de divorcio, especialmente cuando por motivos de distancia física la madre se queda con la custodia de los hijos. Si la madre dice que eres un mal padre su palabra de vuelve ley y la padrectomía se consuma. Si una madre dice que eres mal padre, amigo, solo te queda pagar la pensión hasta que ella quiera, olvídate de tus hijos. Es una muerte en vida.
Ya no eres padre. Da igual lo que digas, las razones que esgrimas, si no tienes una grabación de todo lo ocurrido y esto por ahora, porque con los videos de inteligencia artificial en donde se va a poder recrear de manera digital las mentiras ni incluso eso. El ejercicio de dominación es estructural.
