Lo bueno de la infancia es que es un nuevo comienzo.
El lado bueno de un nuevo comienzo es que representa un desfase frente a lo anterior. Es precisamente la búsqueda de ese desfase lo que la biología procura cuando le da tanta importancia al sexo. El sexo no es otra cosa que una máquina de variabilidad. De todos los desfases habrá alguno que le permita a la descendencia tener mejores habilidades frente a los cambios que se avecinan.
Los genomas no son más que relatos que se perpetúan, que cambian y que compiten para perpetuarse con otros relatos. Esa es la base de la evolución. Si tu no hablas, otros hablarán por ti.
Hay personas que llevan esa lógica de desplazar a los otros discursos a sus relaciones, especialmente a las más próximas. Intentan ser hegemónicos, controlar a los discursos que perciben como más débiles. Son los manipuladores. Los narcisistas. La muerte está ahí para acabar con ellos y generar nuevos comienzos.
Por eso la educación es tan importante. Desmontar los efectos perniciosos de los padres para que los hijos puedan tener la capacidad de disfrutar de ese nuevo comienzo. Esa es la base de una película maravillosa que habla de los beneficios de la infancia y de la educación: "Los efectos de los rayos gamma sobre las margaritas"
Es curioso como llego a esta película de la que ya había escrito previamente. Cuando uno se hace mayor aprende a olvidar y a recordar lo que a uno le merece la pena.