jueves, 8 de diciembre de 2022

Ahorrarnos el conflicto de existir

Nunca hay que recompensar al perdedor

Los lobos y los perros tienen rituales de pelea, pero mientras los animales salvajes rara vez llegan a la agresión física, los domésticos pueden lastimarse. El riesgo que corren los perros es que tienen que pelearse delante del alfa de la manada que es el dueño para ordenar la jerarquía. Aquí aparece el problema, que mientras que todos los lobos se comportan de manera homogénea y consistente, a veces, el humano se comporta de una manera que va en contra de la lógica del sistema. El amo debe de recompensar al ganador de la pelea e ignorar al vencido. De esa manera, los ánimos se apaciguan y la pelea cesa. Si el amo riñe al vencedor y da consuelo al vencido, la pelea se reanudará al mínimo roze en un incansable bucle de agresividad hasta que el orden jerárquico se reestablece. El ganador ocupa su sitio y el perdedor el suyo en la manada. 


Precisamente de todo esto va el programa "El encantador de perros" de Cesar Millán. En su programa trata de reestablecer el equilibrio haciendo entender a los dueños de que "los perros son perros" y necesitan que su sistema de jerarquía tenga sentido.
Capítulo Tss de la sexta temporada de South Park

Solo las relaciones de igualdad requieren responsabilidad personal

Las relaciones de dominancia y sumisión están tan pautadas a nivel de comportamiento animal y también en el comportamiento humano que funcionan como un algoritmo. Dejan muy poco margen a la improvisación individual. Son las relaciones de igualdad las que requieren que la persona adopte una responsabilidad ética en sus acciones.

Es gracioso ver como Cesar Millán soluciona la malcriadez de Cartman aplicando la misma receta que aplica a perros. La madre de Cartman le deja hacer a Cesar Millán porque tiene la esperanza de tener una relación sentimental con él. Cuando Cesar Millán, que no está interesado en absoluto en ella se va, la madre vuelca en su hijo la necesidad sentimental frustada y Cartman vuelve a las andadas. 

Aniñar es una forma de sometimiento

Este mecanismo que utilizan algunos padres para retener a sus hijos con ellos más allá de lo que sería conveniente para el desarrollo de ellos mismos como adultos autónomos es algo que también saben hacer algunas compañías. Hace poco ING bloqueó mi cuenta. Hubo en el proceder del banco varios errores. Cuando se lo hice ver y reclamé una disculpa simplemente me ignoraron con una actitud prepotente. Esto contrasta con el tono infantilizante que utilizan en sus comunicaciones conmigo. Por ejemplo, me mandan correos con el extracto mensual que comienzan así: "Toc, toc, soy tu extracto mensual". Esta estrategia infantilizante ha sido incluida por Noam Chomsky dentro de las 10 estrategias más usuales de manipulación mediatica

Los romanos consideraron como uno de los principios del Derecho Romano el ¿Cui prodest?, ¿A quien beneficia? como la pregunta básica para averiguar el autor de un crimen. Si queremos descubrir el porqué de este tipo de relaciones debemos preguntarnos ¿Cui prodest? ¿Hay una recompensa para este tipo de relaciones? Si, podría ser la gestión del territorio por parte de los machos, lo que se traduce en un acceso a hembras, satisfacer vacíos emocionales, control político del voto u orientar el consumo hacia un producto determinado.

Las relaciones de dominación/sumisión están reguladas por pautas de comportamiento rígidas. La duda ética vendría a alterar este tipo de relaciones, por ese motivo, cuando se consiguen conquistas sociales siempre vienen acompañadas de una reacción de aquellos que dejan de percibir beneficios de la dominación social. No hay ruptura de este tipo de relaciones sin lucha. Ser humano, tener conciencia individual está ligado indisolublemente al libre albedrío, es decir, a la capacidad que tenemos de obrar en conciencia. Ser un individuo implica tener relaciones de tu a tu. Cuando estamos dentro de jerarquías somos miembros de estructuras sociales. Obedecemos órdenes y hacemos que otros las obedezcan. Somos menos personas para convertirnos en gente y nos ahorrarmos el conflicto de existir como individuos.





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